Tras 45 años de la llegada del hombre a la Luna, continúan circulando afirmaciones sobre una presunta conspiración, para engañar al mundo a este respecto. Los adeptos a las conspiraciones no brindan argumentos sólidos que demuestren sus creencias. Una simple visión objetiva e interrogantes sobre los acontecimientos, permite deducir donde está la verdad.
Secretos lunares
Sí hubo secretos durante la Carrera Espacial, desarrollada entre EE.UU. y la URSS en el período 1957, cuando dio inicio la Era Cósmica con el lanzamiento del primer satélite artificial de la Tierra, el Sputnik-1, hasta 1969 en que alunizaron las naves tripuladas estadounidenses Apollo-11 y 12. De ahí a que se falsificara toda una serie de vuelos tripulados y se gastaran miles de millones en una trama fraudulenta, hay un buen trecho.
Entre los secretos mantenidos durante décadas podríamos mencionar los proyectos de hacer explotar bombas atómicas en la Luna, con mayor potencia que la arrojada sobre Hiroshima. Tanto los EE.UU. como la URSS elaboraron planes en ese sentido, felizmente nunca llevados a cabo, dada sus imprevisibles consecuencias que podrían tener para la seguridad de nuestro planeta.
Otros secretos tenían que ver indirectamente con la Luna. Así sucedió con la llamada Catástrofe de Nedelin. Esta constituye la peor tragedia de la era espacial. Ocurrió en Baikonur, el 24 de octubre de 1960. Se intentó realizar un lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental R-16. Este tuvo fallos técnicos. Mientras se intentaba repararlo, estalló, matando a más de un centenar de ingenieros, técnicos y personal de servicio.
La responsabilidad directa del suceso recayó sobre Mitrofan Nedelin quien supervisaba el lanzamiento. El suceso se mantuvo en secreto hasta que en plena Perestroika se hicieron públicas por primera vez las imágenes del desastre. Pero en su momento, la información oficial expresaba que Nedelin y varios más de los fallecidos, habían muerto en un “accidente de aviación, durante el cumplimiento de una misión de servicio”
Con posterioridad, el principal fabricante de motores cohetes soviético, Valentin Glushko, se negó a concebir motores criogénicos, que serian los idóneos para propulsar el cohete tripulado N-1 o Nositel-1, con destino a la Luna, tal y como deseaba el ingeniero jefe Serguei Koroliov. Esto provocó que el desarrollo del N-1 pasara a manos de un constructor de motores de aviones, Nikolái D. Kuznetsov, quien poseía poco experiencia en este campo. Esto influyó en que los cuatro lanzamientos del Nositel terminaran en fracasos.
El desarrollo del portador Nositel se mantuvo en secreto durante años. De igual modo, la URSS ocultaba los fracasos de numerosos lanzamientos de naves automáticas rumbo a Marte y Venus, pero sobre todo las enviadas a la Luna que sumaban una buena cantidad.
Interrogantes sobre la presunta conspiración en la Luna
La pregunta número uno: ¿Cuando hablan de que nunca se llegó a la Luna, se refieren a ninguna nave Apolo o solo a parte de ellas? Por ejemplo. ¿A la Luna solo llegaron las Apolos- 14 a la 17 o ninguna? Y si llegaron, ¿hasta que punto? ¿Solo orbitaron la Luna sin bajar a la superficie o apenas la circularon en vuelo bajo?
¿Para que gastar tanto dinero (más de 30 000 millones de dólares) y no llegar a ninguna parte? ¿Acaso la llamada “Carrera Espacial” desarrollada con la URSS durante la Guerra Fría, valía semejante desperdicio de dinero?
¿Por qué esa renuencia a aceptar que el hombre pisó la Luna? ¿Acaso es imposible posarse sobre su superficie, por que esta la forman arenas movedizas? Como han demostrado múltiples descensos de aparatos automáticos, incluidos dos automóviles soviéticos y recientemente el chino, esto es perfectamente factible. Además, los soviéticos lograron enviar tres naves automáticas a la Luna (Luna-16, Luna –20 y Luna-24) y retornar con muestras de su suelo a la Tierra. ¿Si los robots pudieron, por que no los humanos?
De la serie de aparatos dejados por las expediciones lunares estadounidenses, solo se mantienen funcionando un reflector laser, sistemáticamente empleado por astrofísicos del mundo para determinar la distancia de la Tierra a Luna. ¿Acaso estos reflectores fueron instalados por naves robot?
Dos de las expediciones trajeron muestras de aparatos automáticos que les habían antecedido en la Luna. ¿Acaso estas muestras también son falsificadas? Hay que tener en cuenta que una de estas pertenecía correspondía a una sonda soviética.
Y por ultimo la pregunta principal de todas: Si las imágenes de las caminatas lunares realizadas por los astronautas del proyecto Apolo se filmaron en un estudio secreto del desierto de Nevada, según claman algunos, ¿Por qué nunca antes ni después de esas incursiones selenitas, se ha logrado tal grado de convincente realismo cósmico, en cualquiera de las producciones audiovisuales que reproducían dichos vuelos lunares, aún hoy en plena era de efectos especiales digitales? Recordemos que algo de ello se intentó en filmes como “Apolo-18”(2011) y, “Transformers: el lado oscuro de la Luna”(2011), sin igualar tal verosimilitud. Ni siquiera el maestro Stanley Kubrick con su “2001: Odisea del espacio”, a quien se le suelen atribuir tales filmaciones secretas.
¿Que hacían los miles de astrofísicos y técnicos que en todo el planeta, seguían con atención tecnología, los detalles de los vuelos? ¿Eran incapaces de determinar que una trasmisión procedía del desierto de Nevada y no de los 300 000 km que dista nuestro satélite?
Y pasados 45 años del primer alunizaje humano, ¿por que son unos pocos, de los miles que participaron en el programa cósmico estadounidense, los que hablan de fraude y conspiración en la Luna? No creo que se pudieran silenciar a tanta gente durante tanto tiempo.
Tal vez habrá que esperar que se introduzca el turismo lunar, y los incrédulos vayan y comprueben con sus propios ojos la realidad. Pero aún si se les da esta posibilidad, seguramente dirán que eso se montó antes de que arribaran los turistas espaciales al sitio.
Fuentes:
www.wikipedia.org
Otros artículos asociados a este tema:
http://odysey.cubava.cu/2014/07/guerra-fria-la-luna-atomica/
http://odysey.cubava.cu/2014/07/la-cara-oscura-de-la-luna-en-la-guerra-fria/